Como reducir el consumo:
Cambiar el aceite y los filtros cuando toca, mantiene limpio el motor y técnicamente ayuda a extraer el máximo de cada gota de carburante. En los vehículos de gasolina, cambiar las bujías mejora también el funcionamiento de la mecánica (los diésel no llevan). Además hay productos como aditivos específicos que contribuyen a ajustar el consumo sacando mejores prestaciones al vehículo.
El aire acondicionado roba de 6 a 8 CV de potencia al motor y puede elevar el consumo hasta 1/2 litro cad
a 100 kilómetros. Es muy frecuente, en los automóviles de última generación, que el aire esté conectado por defecto, desde que se arranca el vehículo. Por ello, y siempre que no sea realmente necesario o se tengan que desempañar las lunas, se puede apagar y mejorar la eficiencia del coche.
También hay modelos, aunque todavía son minoría, en los que el compresor del aire está desacoplado del motor y funciona con electricidad, que el propio coche produce para alimentarlo en las desaceleraciones y frenadas. En estos coches, su utilización apenas tiene incidencia en el consumo.
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